domingo, 23 de agosto de 2009

NO HAY ESCUSA.-NATALIA Y SU HIJA EN EL ENTRENAMIENTO

El día de las madres

Natalia Rodríguez, en la mejor forma de su vida, y Nuria Fernández, de regreso las dos a la pista tras su maternidad, corren hoy la final de 1.500
Redacción - 23/08/2009 03:00
Guadalupe, rubia como su madre, nació a finales de 2007. Sólo un mes y medio después, su mamá ya estaba dando vueltas a la pista en Tarragona. Natalia Rodríguez llevaba casi dos años sin ponerse unas zapatillas de correr. Por falta de resultados durante el embarazo había perdido la beca, cayeron los ingresos. Su entrenador, Miguel Escalona, llegó a pensar que quizás no volvería al atletismo. Pero ahí está, más segura de sí misma que nunca, más fuerte y más rápida, tanto que la atleta catalana, 30 años, antes tímida y callada, ya no puede ocultar que siente que se acerca algo grande: ¿la medalla quizás?.
Puede ser hoy (17.00 h.), en la final femenina de 1.500 metros, y puede tener hasta un significado metafórico: la reivindicación de las mujeres, las que están salvando a la selección española en este Mundial, en el mismo año en que precisamente los chicos se han bajado de la final del 1.500 masculino por primera vez en 20 años. Si Natalia, excelsa a lo largo de la temporada, sobrada en series y semifinales en Berlín, sube al podio, será la primera gran medalla del 1.500 femenino español, y también su mayor éxito personal. Hubo otro este invierno, la plata en el Europeo Indoor de Turín, que despertó a la 'bestia'. "Desde aquello, mi transformación a nivel psicológico ha sido enorme. Tengo una confianza y una seguridad que antes no tenía", asegura.
Fue la plata de Turín, pero también la maternidad. Guadalupe ha venido con un pan bajo el brazo, ha transformado a su madre. Como hizo también Candela, la pequeña de Nuria Fernández, 33 años, la otra española en la final de hoy. Nuria también lo dejó para ser madre, y también ha vuelto. Realizó una temporada excepcional en pista cubierta, con récords de España y mejores marcas mundiales, pero sin podio Indoor (4ª en Turín). En Berlín ha sufrido mucho más que Natalia para llegar a la final, y ella misma se fija unos objetivos inferiores a los de la catalana. "Está muy igualado, es de las pruebas de más nivel medio junto al 800 masculino. A ver si puedo estar con las mejores. Lo de Natalia es diferente. Ella está muy, muy bien. Yo ceo que está para medalla. Va sobradísima", dice.
Y Natalia Rodríguez, por una vez, no se esconde. "Estoy para cualquier ritmo, muy tranquila. Si hace falta batir el récord de España, puedo hacerlo. Noto el fondo y la base necesarias". Y es que, después de un parón de tres años, después de entrenar apresuradamente para llegar a los Juegos el año pasado (6ª en Pekín), Natalia por fin ha entrenado "a la perfección, sin lesiones, parones, sin problemas. Y lo noto".
En la final de hoy apuesta "por cualquier cosa. He venido a por todas. Creo que habrá que vigilar a las europeas, son más pícaras que las africanas. Maryam Yusuf Jamal, ex etíope y hoy con la camiseta de Bahrein, ganó hace dos años el oro. Puede ser la referencia, "pero todas sabemos que siempre corre igual. No me sorprenderá". Como dice su compañera Nuria, el nivel es enorme. Sólo cuatro africanas, pero las 12 finalistas tienen marcas de 4"02" o menos. Pero Natalia ya se ha hartado de ver el podio cerca (6ª en 2001 y 2005). Ahora le toca a ella

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