domingo, 28 de noviembre de 2010

MERECIÓ LA PENA.-

Sí, esa es la verdad, pienso que si tuviéramos que definir en una sola frase la experiencia vivida en este fin de semana bien podríamos afirmar que , a pesar de todos los inconvenientes con los que tuvimos que convivir en la jornada del sábado, todo fueron recompensas en la mañana del domingo.
Nunca hubiéramos imaginado cuando tan felizmente salíamos de Huelva, el sábado por la mañana , con todas las ilusiones y esperanzas que albergaban nuestras mochilas, que horas mas tarde nos hallaríamos en las puertas de un centro comercial, calados hasta los huesos bajo una torrencial lluvia, con las maletas y los niños y localizando algún taxi que nos sacara del apuro. Y es que Córdoba es una ciudad preciosa, de gente encantadora , con paisajes y estampas dignas de cualquier postal pero carente de aparcamientos en su casco histórico y algo escasita de taxis y, para nuestra desgracia, a nuestro hotel (que por cierto era maravilloso y con un servicio excelente) como pudimos comprobar es casi imposible acceder con coche propio.
Pero bueno, dedicándonos a lo estrictamente deportivo, decir primeramente, que tenemos un nuevo miembro en el club ( nuestro amigo Rodrigo), con el cual hemos tenido el gran placer de compartir esta carrera , que ha supuesto su estreno con la elástica verde de nuestro querido lince. Así, hemos sido tres los linces que han trotado esta mañana por las calles cordobesas.
La mañana, parece que queriéndonos recompensar por el día anterior, se levantó radiante aunque algo fría, los termómetros no querían rebasar los 5 o 6 grados y nos apiñábamos unos contra otros intentando guarecernos y hacer mas llevadera la espera que nos condujera hasta el pistoletazo de salida. Allí coincidíamos con gentes de Huelva (cuanta alegría ver caras conocidas), compañeros del club de Ayamonte , del Rincón, alguno con la camiseta de la vuelta a Huelva, que tras pasarnos en carrera nos daba alientos de ánimo (es una pena no saber tu nombre ,amigo, pero gracias de todas formas).
En cuanto a la carrera, decir que es una media maratón muy propicia para hacer buenos tiempos, terreno totalmente llano, desarrollado en su totalidad por el casco urbano y con el calor de la gente en cada calle y cada esquina que cruzábamos (chapó para los cordobeses). La organización ,excelente; cuidando y mimando cada detalle y haciendo que el verdadero protagonista de la jornada sea el corredor popular (los miles de participantes que allí nos dimos cita así lo atestiguan).
Empezamos los tres juntos (Rodrigo, Auxi y el que suscribe) a ritmo cómodo pero raramente superando los 5 min por Km.(entiendo que para otros el tiempo puede ser irrisorio ,pero es lo que hay). Rodrigo, casi toda la carrera intentando contener mis constantes e inconscientes cambios de ritmo y que tanto daño me hacen (para, para ...,me decía). Conforme avanzaban los kilómetros me iba sintiendo cómodo y ver a nuestras hijas en uno de los puentes que cruzaban el río animándonos y haciéndonos fotos fue uno de los mejores momentos de la carrera. Pero es a partir del Km. 14 cuando la cabeza empieza jugarme malas pasadas; Rodrigo, empezaba a marcharse, yo no había bebido en el 2º avituallamiento por unas molestias en el estómago y creo que empezaba a pagarlo, mi mujer andaba pegada a mi pero muy callada. Empecé a pensar que me desinflaría como en tantas otras carreras. Total, que fueron un par de Km. algo desconcertantes que duraron hasta que llegó el tercer avituallamiento, bebimos, tomamos algo de fruta y parece que la cosa empezó a ir mejor.
Estábamos acabando y veía que a poco que no aflojara mucho podía bajar de 1 hora 45 min, que era mi humilde meta. A Rodrigo lo perdimos definitivamente y ya nos centramos en intentar no estropear lo que hasta ahora habíamos conseguido. Aumentamos algo el ritmo en los kms finales y acabamos con nuestros objetivos mas que conseguidos. Aunque todavía desconocemos los tiempos que la organización nos concederá, aquí os apuntamos los registros que nosotros tomamos (que, al fin y al cabo, son los más exactos):
Rodrigo Ruiz- 1 hora 43 min y 22 seg.
J. Carlos Piñero- 1 hora 44 min y 36 seg.
Auxi Gómez- 1 hora 45 min 00 seg.
En definitiva, una experiencia maravillosa que, como dice el título de la crónica ha merecido la pena vivir. Un saludo a la mujer de Rodrigo, Eli, que es otra sufridora más de la afición de estos locos por el running.


Juan Carlos Piñero.- cronista del club

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