martes, 13 de septiembre de 2011

De la mitad para atrás.

En este último año mis conocidos y familiares me han visto (con sorpresa) correr, entrenar y cambiar hábitos de vida; lo que en resumen supone aficionarme a un deporte como el atletismo. Un amigo me decía en una ocasión que no me reconocía al hablarle “con tanta pasión” de carreras, campeonatos, pruebas, etc.. Le puedo asegurar que el primer sorprendido he sido yo mismo.

Aunque pueda parecer contradictorio la chispa saltó después de un día de boda, con los excesos de comida y bebidas de origen natural azucaradas (El autor ha querido decir RON de caña de azúcar LEGENDARIO con COCA COLA (LIGHT por supuesto)) que ello conlleva. Salí a pasear por la tarde para rebajar esos acopios de materia resultante de la ingesta desmesurada del día anterior y al cabo de un cuarto de hora ya estaba dando los primeros trotes hasta que comencé a correr. De una tacada fueron mis primeros 7 kilómetros.

Me sentí muy bien y el cuerpo me lo agradeció. Al día siguiente aparecieron las agujetas que me llegaban hasta el lugar donde la espalda pierde su noble nombre. Nunca pensé que el organismo pudiera reportar tanto dolor. Ahí precisamente radica la clave: ¡no hay dolor!

Al cabo de unos días y con una carga extra de masoquismo volví a intentarlo pero esta vez con un poco de más tranquilidad aunque las agujetas insistían en ponerme la zancadilla. Lo dicho, no hay dolor. El gusanillo se había alojado en las venas y entraba ya en el punto de no retorno.

Para evitar estos contratiempos he tenido el impagable asesoramiento de mi amigo Manolo Mota, que en largas conversaciones (bebidas isotónicas de cereales mediante (Léase CERVEZA muy fría)) me ha ido desvelando secretos, técnicas y consejos del running.

Al principio todo (y sólo) era correr, correr y correr sin más límite que mis propias fuerzas o el tiempo disponible. Poco a poco empiezas a conocer que es un plan de entrenamiento (y cumplirlo, que no es poca cosa), te mentalizas de que hay que calentar y estirar, vas cambiando los ritmos, te cuidas un poco la alimentación; y toda esta rutina te va llevando a mejorar en tiempos y en forma física, y te vas convirtiendo en lo que viene siendo un atleta de “medio pelo”.

Pero el running es una disciplina muy solitaria y puede llegar a hastiar al aficionado. Este no era mi caso pero una vez preparado creí que se daban las condiciones para entrar en contacto con otros “enganchados” y lo hice de la mano del CLUB ATLETISMO LINCE BONARES. Una vez inscrito empiezas a meterte en el mundillo de las CARRERAS POPULARES y el CROSS conociendo la dinámica y los distintos escenarios por los que transcurren las pruebas.

En este momento descubres la revista RUNNER’s (World) y ya no puedes pasar un mes sin comprarla. Comienzas a emplear la jerga de los corredores: palabras como series, progresiones, fartlek, pronador, regenerativo, etc. Un mundo nuevo, antes oculto, va apareciendo ante tus ojos (y piernas).

El CLUB y la relación con otros deportistas, entrenadores y familiares ha sido un componente esencial en el desarrollo de esta inesperada afición. Diría que hay un ingrediente mágico en los momentos anteriores (y posteriores) a las carreras y en el clima de afinidad que se crea entre los miembros del LINCE BONARES. Te das cuenta de tu implicación cuando hablas en segunda persona del plural: “hemos participado..., hemos conseguido..., se ha logrado..., ganamos la medalla tal...”.

Una temporada cargada de momentos de gran intensidad en el que el C.A.LINCE BONARES ha participado en los principales eventos provinciales como el circuito de CARRERAS POPULARES y el CIRCUITO DE CAMPO A TRAVÉS con su final en nuestro CORCHITO. La tradicional cita en el incomparable marco de ITÁLICA, el CAMPEONATO DE ANDALUCÍA DE CAMPO A TRAVÉS (El Coronil (Sevilla)) y el MEETING IBEROAMERICANO celebrado en el mes de Junio en Huelva. Y la asistencia de integrantes del club a una dilatada lista de citas y eventos deportivos por todo el territorio nacional.

Los pies y la cabeza del club no se pueden estar quietos. Renovarse o morir. Con esta premisa y recogiendo el sentir e inquietudes de los más pequeños se abre para esta temporada una sección específica para el TRIATLÓN, deporte que reúne tres disciplinas (natación, ciclismo y carrera) y que esta año ha reportado varios trofeos.

Cronos, marcas, victorias y medallas atesoradas no caben en este artículo. Créanme, que no es modestia. Tampoco es posible expresar la alegría y la satisfacción que los “LINCES” sentimos al ver el palmarés conseguido prueba tras prueba. Pero lo más sustancial no puede ser objeto de medida, no se puede cuantificar las relaciones humanas y la camaradería que aflora en el desarrollo de un deporte como el atletismo y de una manera especial para los que (como yo) participamos por el mero hecho de disfrutar de la carrera, sin más aspiraciones que las de echar un rato para despejar cuerpo y mente. Es la visión de los que “jugamos” de la mitad de la clasificación para atrás; sin tensiones ni más pretensiones que terminar la prueba y recrearse en el recorrido.

GRACIAS, a todos los integrantes, entrenadores, directivos, familiares, colaboradores, patrocinadores y simpatizantes de esta “tribu atlética”. Sin ellos no sería posible vivir los momentos de TRIUNFO y GLORIA a los que estamos “bienacostumbrados”.

CLUB ATLETISMO LINCE BONARES
José Javier Martín Ramos.

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