miércoles, 13 de octubre de 2010

XXII CARRERA NOCTURNA DEL GUADALQUIVIR

“I HAVE A DREAM”

La IMPACIENCIA ha merodeado mi cuerpo toda la semana y he de reconocer que se acrecentaba cuando llegó el viernes por la tarde. No veía el momento de calzarme las “Nike Flyware” que tan buenos momentos me ha hecho vivir esta temporada y salir a devorar el asfalto sevillano.

A las siete de la tarde íbamos rumbo a la capital andaluza (“MIARMA CITY”) y en el coche de Mota percibía que la ansiedad era algo compartido por los cuatro que formamos la expedición del LINCE BONARES: José Luis Domínguez, Juan Bonifacio Pulido, Manuel Mota y un servidor.

Antes de las 20:00 ya estábamos en los alrededores del Estadio Olímpico y poco a poco se calentaba el ambiente. No podía llegar a imaginar cómo sería la masa humana cuando alcanzase los 20.000.

Nos cruzamos con varios conocidos y disfrutamos de aquella visión insólita de gentes y más gentes llegando al punto de encuentro. Llega la hora de cambiarnos de ropa, calentar y dirigirnos a la línea de salida (si es que podíamos).

A unos 500m ya no podíamos avanzar más y esperamos la señal del “speaker”: 22:05 ¡¡ SEÑORAS Y SEÑORES LA XXII CARRERA DEL GUADALQUIVIR HA COMENZADOOOOOOO!!

A los 3:00 minutos caminábamos (a duras penas) por la línea blanca. ¡QUÉ SUBIDÓN! Necesitamos casi 3 km para poder ir a ritmo de rodaje y poco a poco empezamos a desarrollar nuestra carrera. Lo de menos era el tiempo, ni la marca, ni si quiera llegar a meta. Sólo importaba la participación; el ser un ínfimo grano de arena en este colosal evento.

Sevilla se vuelca con los corredores. El paso por monumentos como la Torre del Oro, la Maestranza, los puentes sobre el río y calles tan conocidas como Torneo dan gran caché a la prueba y a los participantes les reporta una perspectiva que no lograrán alcanzar en ninguna otra carrera (del mundo mundial).

Después de una hora corriendo por el “paraíso” aparece a lo lejos la “catedral” del deporte andaluz (ese Estadio Olímpico de Sevilla). Estos son los 12.200 metros MÁS CORTOS que he corrido en mi vida. Y hablo por muchos de los corredores de aquel viernes.

Entramos por el TÚNEL NORTE y mi mente me juega una pasada que era de esperar: 28 de agosto de 1999, Campeonato Mundial de Atletismo, Prueba de Maratón, ABEL ANTÓN entrando por este mismo TÚNEL NORTE y avanzando a la velocidad de la luz entre los pilares de hormigón que flanquean la pista. “I HAVE A DREAM”. No puedes evitar estar soñando cuando se acerca el final de la galería anunciado por los focos de la pista central y saltar al tartán bajo la atenta mirada de miles de espectadores que gritan y jalean con gran vociferío de fondo.

Cuando has visto estas imágenes innumerables veces en televisión no puedes llegar a intuir la sensación de vivir un atisbo de lo que aconteció aquella tarde de 1999 y lo experimentado por ABEL ANTÓN, pero llegar al estadio la noche del viernes 8 de octubre de 2010 y pisar este insigne “camposanto” deportivo, les puedo asegurar que (a los que hemos participado) nos transmitió sensaciones que van a perdurar largo tiempo en nuestro subconsciente (y en nuestro consciente por supuesto).

Estos son los tiempos que fijaron los relojes

JOSÉ LUÍS DOMÍNGUEZ GARCÍA 1:08:19
JOSÉ JAVIER MARTÍN RAMOS 1:08:23
JUAN BONIFACIO PULIDO BARBA 1:09:45
MANUEL MOTA ROMERO 1:09:45

También participaron (que yo sepa):

RAFAEL DOMÍNGUEZ DOMÍNGUEZ
JUAN JOSÉ GARCÍA QUINTERO
JUAN MANUEL VÁZQUEZ NÚÑEZ

Aunque vuelvo a reiterar, lo esencial ha sido participar en un evento donde más de 20.000 personas han movido al unísono el ESPÍRITU DEPORTIVO.

Enhorabuena a la organización (CHAPÓ!!) y a todos los corredores.

José Javier Martín Ramos – Cronista.

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