Recuerdos del épico Maraton sevillano de 2005 (en la que casi “perdemos el pellejo”) se me venían a la cabeza durante la espera, previa a la salida de esta 48 edición de la Behobia-San Sebastian.
Desde las 14:00 horas del día anterior llovía y llovía sin parar, que me parece que aún sigue lloviendo. Caía el agua con ganas, con “malas ideas”.
A las 11:04 horas, nos toco tomar la salida, arropados con chubasquero, guantes , gorro y cuantos accesorios encontramos en la mochila, nos lanzamos a la aventura.
Pero si valor tuvimos los que nos atrevimos a iniciar la carrera, mas valor tuvieron cuantas personas se congregaron en el arcén para vernos pasar y animarnos durante todo el recorrido. Que no estaba la mañana ni para salir a comprar el pan.
Es lo que hace especial esta carrera, el publico. La inmensa cantidad de personas que animan desde el primero hasta el ultimo.
A falta de tres kilómetros, si antes llovía, a estas alturas, en la playa de Zurriola diluviaba, solo faltaba el Arca de Noé.
Ya se divisaba el arco de meta en el Bulevar, y conseguido, fuimos cerca de 22000 héroes entrados en meta.
Y el año que viene, como dice el lema de la carrera: una costumbre convertida en rito.
ERRITU BIHURTU DEN OHITURA
Juanma Torres
No hay comentarios:
Publicar un comentario